Star wars E.S. Chronicles. Sombras de hielo

Capitulo 1.- El regreso de un viejo amor

"Has pasado la primera prueba" se escucho entre la oscuridad, una voz masculina, junto a ella un holograma de un apuesto joven humano "De aqui en adelante no...."

-Tann!!! HEY! Tann!!!- interrumpio un joven avanzando a tientas en aquella oscuridad

El holograma se apago repentinamente por unas manos azules quedando el completo silencio. No pasaron segundos cuando la luz se prendio, en un sotano dos jovenes Twi'leks se encontraban en el silencio. Un hombre estaba parado cerca del interruptor de la luz, su piel era palida, casi blanca, miraba a su hermana que estaba sentada frente a una mesa, con la mirada sorprendida al joven mientras en sus manos trataba de esconder unos holocrones.

-Acaso.....- rompio el silencio el joven- era Erza Bridger?-La chica solo silencio mirando a un extremo de la habitacion sonrojada mientras apretaba con fuerza el Holodisco, el chico solo suspiro mientras camino junto con su hermana- Por que estabas viendo los hologramas del equipo rebelde en la oscuridad?-

-Pues......- comenzo aun roja- hay chicos muy lindos y valientes.......Erza..... Kanan...... o.... o tambien Han Solo- emocionada por solo pensar en sus hermosos rostros abraza el Holodisc con fanatismo

-Je.... claro, son preciosos.... -dijo con sarcasmo

-ugh!- le dio un empujoncito suave- eres un gruñon!

-Sabes que como hombre no pienso en los "chicos lindos" aunque no puedo negar que Leia no esta tan mal-

-Es "Princesa" Leia para ti! -se enojo la Twi'lek- ademas eres un baboso.....-

-Mira quien dice eso, hermanita-

Luego de la frase el chico rio mientras su hermana intentaba ocultar su roja carita molesta por el comentario. Entre risas el chico descubrio que su hermana seguia con el holodisc en sus azules manos, como si lo fuera a abrazar, el sabia que le ocurria, que tenia en sus pensamientos, por algo eran mellizos.

-Quieres volver a preguntarle a papa?- pregunto mas tranquilo

-uh??.... te refieres a.....??? no....no.... se que va a decir....- respondio para comenzar a imitar a su padre- "son muy pequeños para salir de Tatooine solos, les prometo que viajaremos juntos" pero..... nunca lo hace! por favor! ya cumpli los 14 años!.....-

-Sabes que papa lo intenta, pero tiene mucho trabajo aqui-

-Si lo se- suspiro algo triste- pero....... son los chicos lindos que estan afuera, peleando en el universo contra chicos malos! no en un planeta desierto mirando como la vida pasa frente a sus ojos-

-Chicos lindos? por favor!!! todos los hologramas que tienes son de viejos! es decir, cual es el mas joven de tus amores imposibles? no era Yun?? de las historias de papa? ah no! creo que habia un padawan por ahi-

-Edward Tsukiyomi no es un padawan! para tu informacion ya es un fuerte y poderoso maestro!- defendio la joven a quien le gustaba, el hermano solo la miro con una sonrisa, provando su punto, la cara de la joven volvio a enrojecerse-.... no.....no importa! ademas, si no salgo, como sere la mejor piloto de la historia? o tendria aventuras como el increible equipo As?!-

Hubo un silencio, habian pedido tantas veces a su padre poder salir del planeta, desde los 11 años, pero nunca pasaba, aquel adulto siempre post-ponia el viaje para cuando tuviera tiempo, lo que no pasaba. La curiosidad por el espacio crecia año por año en los pequeños, el deseo de salir, explorar, pero a su vez, veian esa posibilidad muy lejana, parecia que solo saldrian de Tatooine cuando cumplieran 50 años. La joven Twi'lek de piel azul jugaba con el holodisc en su mano, sumida en pensamientos, deseosa de aventuras, y de encontrar a su principe con el que estaria toda su vida feliz, como su madre y padre estaban. Su hermano la miraba, podia sentir esa tristeza en ella, al fin y al cabo eran mellizos.

-Tann....- interrumpio el chico, la hermana lo miro curiosa- y si ambos le pedimos ahora? es decir, no tienes que ir sola, siempre me tendras de compañero! ademas, asi practico mecanica-

-en.... en serio harias eso por mi!?-

-CLARO! somos hermanos, no??-

-GRACIAS KAR!!!!- dijo saltando a los brazos del chico-

-jejejee, no te preocupes! vamos ya!-

La chica dejo el holodisco en la mesa y ambos se dirigieron fuera, esperando con ansias que esta vez su querido padre les dijera que si.